Rómulo Betancourt

Junto a Rafael Caldera y Jóvito Villalba, puede ser considerado como uno de los principales artífices de la consolidación de la democracia y del sistema de partidos en la Venezuela del siglo XX. Fueron sus padres Luis Betancourt, inmigrante procedente de las Islas Canarias y Virginia Bello, nativa de Guatire. La educación primaria la cursó en un colegio de su pueblo natal. En 1919 la familia de Betancourt se traslada a Caracas en donde Rómulo culmina sus estudios de primaria, ingresando posteriormente en el año 1924 al liceo Caracas, dirigido en ese entonces por Rómulo Gallegos. Vale la pena destacar que en este plantel tuvo como compañeros de clase a personajes tales como: Jóvito Villalba, Raúl Leoni, Armando Zuloaga Blanco y Miguel Acosta Saignes, muchos de los cuales formarían parte de la llamada «Generación del 28».

En 1926, ingresa a la Universidad Central de Venezuela junto a la mayoría de sus condiscípulos del liceo Caracas.

1928 se puede decir que es el año en que se produce el bautismo político de Rómulo Betancourt al participar junto a los miembros de la Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV) presidida por Raúl Leoni, en la celebración de la Semana del Estudiante que tenía como objetivo original crear fondos para la construcción de la Casa del Estudiante, pero que a medida que fue transcurriendo tomó el carácter de una protesta contra la dictadura de Juan Vicente Gómez, que terminó en el encarcelamiento de este grupo de dirigentes y su posterior traslado al castillo Libertador de Puerto Cabello. Prisión que sin embargo duraría sólo dos meses, gracias a los buenos oficios de respetados ciudadanos quienes abogaron por la libertad del grupo de estudiantes. El 7 de abril de 1928 al poco tiempo de los suceso de la Semana del Estudiante, estalla una conspiración militar con apoyo estudiantil que logra apoderarse del cuartel de Miraflores, pero que fracasa al intentar la toma del cuartel San Carlos. Betancourt, quien estaba comprometido en este alzamiento, logra abandonar el país rumbo a la isla de Curazao y comienza su primer destierro que va a durar hasta finales de 1936.

Durante su permanencia en Curazao, entra en contacto con los numerosos grupos de exiliados y de trabajadores venezolanos que trabajaban activamente en la lucha contra el régimen gomecista; ingresa al Partido Revolucionario Venezolano (PRV) y dedica su tiempo al estudio de la historia latinoamericana, de las fuentes del pensamiento socialista y al conocimiento de las obras relacionadas con la penetración imperialista en los países latinoamericanos.

En 1929, se dirige a Santo Domingo para unirse a un grupo de exiliados que pretendían viajar a la isla de La Blanquilla, con el fin de sumarse a la expedición que a bordo del crucero Falke liderado por Román Delgado Chalbaud, busca desembarcar en Cumaná con el objeto de derrocar a Gómez. Al fracasar este movimiento insurreccional, Rómulo Betancourt viaja a Costa Rica, donde conoce a la que será su futura esposa, Carmen Valverde.

En 1931 funda en Barranquilla (Colombia) la Alianza Revolucionaria de Izquierdas (ARDI). La creación de dicha organización es sumamente importante, ya que en ella se expresa la posición de Rómulo Betancourt frente a los grupos marxistas-leninistas formados por los desterrados venezolanos en México y La Habana, al sostener que la revolución contra el gomecismo no podía basarse en la obra exclusiva de la clase obrera, sino a una alianza de clases. El mismo año, redacta el llamado Plan de Barranquilla, suscrito por exiliados de diversos matices de la nueva izquierda y que consistía fundamentalmente en el análisis de la situación venezolana bajo la óptica de la dialéctica marxista. En 1932, Betancourt regresa a Costa Rica donde contrae nupcias con Carmen Valverde y de cuya unión nacerá una hija: Virginia Betancourt Valverde. Luego de la muerte de Juan Vicente Gómez (17.12.1935), regresa a Venezuela, una vez en nuestro país, se incorpora en febrero de 1936 a la lucha política con el principal objetivo de formar una alianza política que incorporara a sectores que como el profesional, habían permanecido indiferentes en la lucha contra el gomecismo. Por tal motivo, con la colaboración de Alberto Adriani y de Mariano Picón Salas funda el Movimiento de Organización Venezolana (ORVE), bajo la presidencia de Adriani y la secretaría general de Picón Salas, reservándose para sí la secretaría de la organización. Por su parte los partidarios y simpatizantes del marxismo-leninismo formaron el Partido Republicano Progresista (PRP).

A finales de 1936, el gobernador del Distrito Federal Elbano Mibelli, revoca el permiso de funcionamiento de los partidos ORVE y PRP así como de la FEV, por el hecho de haber promovido una huelga en contra de un proyecto de Ley de Orden Público presentado al Congreso por el ministro Alejandro Lara. Luego de intentos fallidos de apelación ante la Corte Federal y de Casación, los dirigentes políticos de las mencionadas agrupaciones partidistas, deciden formar un frente único que agrupara a ORVE, PRP y al Bloque Nacional Democrático (BND) del Zulia, lo que se denominó Partido Democrático Nacional (PDN), del cual resultó Rómulo Betancourt como su secretario. No obstante, esta iniciativa fue rechazada pasando por tanto el PDN a la clandestinidad. El 13 de marzo de 1937, Eleazar López Contreras decreta la expulsión del país por el término de un año de 37 dirigentes entre quienes figuraba Betancourt. Sin embargo, Betancourt evade la expulsión y se dedica desde la clandestinidad a organizar los cuadros directivos del PDN, hasta que el 30 de octubre de 1939 la policía del régimen logra dar con su paradero y lo hace preso, expulsándolo esta vez con destino a Chile, donde establece importantes vínculos con dirigentes del Partido Socialista chileno, entre quienes figuraban Oscar Schanke y Salvador Allende. En 1940, cercano el fin del gobierno de López Contreras regresa a Venezuela, promoviendo de inmediato la candidatura simbólica de Rómulo Gallegos con el fin de oponerla a la oficialista representada por Isaías Medina Angarita. No obstante, en mayo de 1941, el Congreso Nacional elige a este último como Presidente de la República para el período 1941-1946.

Al acercarse el final del régimen de Isais Medina Angarita, Acción Democrática (legalizado durante este período) acepta apoyar al candidato propuesto por el gobierno, con la condición de que éste garantizará la realización de una reforma constitucional que restableciera la elección directa del Presidente de la República, senadores y diputados. Para ello, Betancourt y Leoni sostienen conversaciones en Washington con el embajador Diógenes Escalante, quien surge como el candidato del consenso político. No obstante, esta iniciativa se frustra ya que al poco tiempo de iniciar su campaña electoral, Escalante sufre una enfermedad mental que lo imposibilita para ejercer la alta magistratura.

Ante tal circunstancia, el gobierno impone una nueva candidatura representada por Ángel Biaggini, que es rechazada por Acción Democrática. Paralelo a esta situación, se prepara una conspiración militar encabezada por Marcos Pérez Jiménez, Julio César Vargas y Carlos Delgado Chalbaud, quienes reclamaban una serie de cambios en el seno de las Fuerzas Armadas. Bajo estas circunstancias, se produce un acercamiento entre Betancourt y Marcos Pérez Jiménez, que luego dará paso al Golpe de Estado del 18 de octubre de 1945. Una vez derrocado Medina Angarita, se constituye una Junta Revolucionaria de Gobierno presidida por Rómulo Betancourt junto a otros civiles y militares.

Luego del derrocamiento de Gallegos (24.11.1948) Betancourt se ve obligado a refugiarse en la Embajada de Colombia, de cuyo asilo sale en enero de 1949 rumbo a La Habana. En esta ciudad es víctima en 1955 de un atentado que aparentemente tuvo como autor intelectual a Rafael Leonidas Trujillo, dictador de Santo Domingo. Posteriormente, viaja a Costa Rica, luego a Estados Unidos y finalmente, a Puerto Rico en donde vive varios años. Durante este período la editorial Fondo de Cultura Económica de México publica su famoso libro Venezuela: Política y Petróleo. El 9 de febrero de 1959 regresa a Venezuela luego del derrocamiento de Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958, asumiendo la presidencia de Acción Democrática. El 7 de diciembre del mismo año es electo Presidente de la República para el período constitucional 1959-1964. Correspondió a Betancourt durante su gobierno afrontar una difícil situación política, en la cual se produjeron diversos brotes conspirativos tanto de derecha como de izquierda, además de dos divisiones de Acción Democráctica (AD). En cuanto a lo primero, tenemos el alzamiento que en abril de 1960 protagonizó el general Jesús María Castro León. Luego el 24 de junio de 1960, fue víctima de un atentado en la avenida «Los Próceres» de Caracas, en el cual resulta con quemaduras de seriedad pero que no le impiden seguir gobernando. Dos años después se producen dos alzamientos no sincronizados entre las Fuerzas Armadas y la izquierda insurreccional. Primero, el Carupanazo el 4 de mayo y posteriormente el Porteñazo, el 2 de junio; dichos levantamientos fueron bautizados así por haber sido protagonizados por el Batallón de Infantería de Marina acantonado en Carúpano, y por oficiales de la Guardia Nacional y de la Base Naval de Puerto Cabello, respectivamente. Aunado a todas las tensiones que Betancourt tenía que enfrentar, se sumaron además las dos divisiones que vivió Acción Democrática durante este período, la primera a comienzos de 1961 que dio origen al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)-organización que le restó la casi totalidad de sus cuadros juveniles-; y la segunda, a finales del mismo año, de la cual surgió el Partido Revolucionario Nacional (PRN). No obstante, el turbio panorama político en el que tuvo que gobernar, Betancourt se anotó uno de los más grandes logros de su carrera política, al no sólo sortear la cantidad de dificultades antes mencionadas, sino además en lograr que en diciembre de 1963 se celebraran las elecciones presidenciales dentro de una relativa situación de normalidad; resultando electo Raúl Leoni para el período 1964-1969, lo que representaba un hecho trascendental, ya que era la primera vez en nuestra historia que se producía a través de elecciones libres, la sucesión presidencial.

En abril de 1964, después de hacer entrega de la Presidencia, Betancourt viajó a Estados Unidos y a los países asiáticos, pero con el propósito de finalizar su viaje en Europa en donde había decidido residenciarse durante varios años, domiciliándose primero en Nápoles y posteriormente en Berna (Suiza). Luego de su alejamiento del escenario político venezolano, regresa a nuestro país en marzo de 1972, para ante los rumores de una posible candidatura presidencial suya, reafirmar lo dicho en marzo de 1969, es decir, que no volvería a aspirar a la alta magistratura, pues consideraba que podía ser útil a la nación desde la posición histórica que había alcanzado. Un año más tarde, triunfa en las elecciones presidenciales Carlos Andrés Pérez, su secretario privado durante los años de la Junta Revolucionaria (1945-1948) y su ministro de Relaciones Interiores en el período 1959-1964. En 1977, apoya la candidatura presidencial de Luis Piñerúa Ordaz quien, en las elecciones de diciembre de 1978 fue derrotado por Luis Herrera Campins, candidato del partido social cristiano COPEI. Durante este mismo año, la editoria española Seix Barral publicó una nueva edición de Venezuela, Política y Petróleo, así como de sus libros El 18 de octubre de 1945 y América Latina: Democracia e Integración. Finalmente, muere en Nueva York en el Doctor’s Hospital como consecuencia de un derrame cerebral masivo que sufriera en esa ciudad a donde había viajado el 7 de septiembre de 1981, acompañado de su segunda esposa, Renée Hartmann Viso, como acostumbraba hacerlo todos los años para descansar y adelantar el trabajo de sus Memorias.