Nació en Córdoba el 22 de julio de 1899, Reformista de la primera hora, presidente de la F.U.C. destacado médico ensayista y hombre público, llegó a Rector de la Universidad Nacional de Córdoba en 1958 y en 1961 fue reelecto en el cargo, y renunciando poco antes de cumplir su mandato, a raíz de los sinsabores que le ocasionaron los herederos de aquella “Corda Frates” contra la que se había alzado la Reforma del 18.
Por su personalidad y su conducta dio honra y lustre al cargo rectoral. En síntesis fue un cabal universitario, su gestión se caracterizó por el progreso que le imprimió a la Universidad Nacional de Córdoba.
Fue socialista desde su juventud y un firme defensor del ideario de justicia y libertad. Precisamente, su idea de la política se basaba en la conjunción de los principios del socialismo y la democracia, y es por ello que siempre se opuso a las formas violentas y autoritarias del socialismo, entre ellas el comunismo. El Dr. Jorge Orgaz fue un médico eminente, del tipo de médicos de su generación: el médico humanista, para quien el paciente era ante todo un ser humano. Esta idea de la medicina lo llevó a cultivar disciplinas como la Patología Médica y la Clínica Médica, de cuyas cátedras fue un recordado profesor. Cuando la universidad peronista lo excluyó de su seno, le y otros de sus colegas inauguraron una sólida experiencia en la medicina de Córdoba: el Hospital Privado. Fue un auténtico maestro desde su cátedra o de los cargos directivos, se preocupó de la formación y del futuro destino de la juventud. Así en un acto acto académico dirigiéndose a los jóvenes universitarios les decís: “Nuestra obligación de adultos y maestros, es procurar, descubrir y comprender a tiempo el misterio atrayente y problemático que es en si cada joven, portador de un destino, acaso excelso” … y en ese mismo acto expresaba: “Nos corresponde, también, pensar en los jóvenes y renovar ante ellos la responsabilidad intelectual, moral y ciudadana que a ellos nos vincula. Nos toca ayudarles con comprensión y fe a descubrir y vigorizar sus aptitudes, para que puedan ser, del mejor modo posible lo que deban ser».
Jorge Orgaz era un espíritu delicado y fino, sensible, que gozaba de todo lo bueno y noble que nos brinda la vida, severo y recto en su conducta, pero todas sus actitudes estaban impregnadas de tolerancia y ecuanimidad, falleció en Córdoba el 16 de junio de 1987.