Carlos Sánchez Viamonte

Nació en La Plata el 16 de junio de 1892. Trabajó incansablemente en política universitaria lo que no le impidió realizarse como hombre de ciencia, docente y político en general. Abogado, de afiliación socialista su obra de legislador y constituyente fue proficua, como su lucha cívica por los derechos humanos y su vasta labor como técnico del derecho público. Poseedor de una personalidad compleja y polifacética actuó dos veces como consejero estudiantil y más tarde como profesor y consejero docente.
Su labor más notable fue la crítica. Con impresionante fuerza dialéctica arrollaba a sus contrincantes que acaban por refugiarse en el silencio absoluto.
La actuación pública de Sánchez Viamonte fue intensa, llegó a ser diputado nacional sin abandonar el estudio y el cultivo de sus aptitudes científicas. Fue el único reformista ortodoxo, de primera hora, que llegó a la cátedra titular en la Facultad de derecho. Expulsado por el peronismo, retornó en 1955, cuando la Universidad se encaminaba por una línea democrática y de notorio progreso pedagógico. Sólo la facultad de Derecho se mantuvo al margen de ésta línea, condiciones que llevaron a Sánchez Viamonte a renunciar.

En su existencia valió tanto el saber como el civismo. Siempre decía que éste último aspecto debía prevalecer sobre todo. Sólo respetaba en los demás la conducta. Vivió con un estoicismo a prueba de toda tentación y de toda pesadumbre particular, con un obstinado e insobornable rigor ético. Se mostró siempre dispuesto a denunciar, a renunciar, a sostener sobre cualquier cosa su espartana concepción de la vida. Obsesivo no transigía con dualidades ni complacencias.
Murió, como vivió, en su casa de calle Florida, quince días antes de cumplir 80 años.